viernes, 27 de enero de 2023

FIEL REFLEXO


Vou dando un paseo pola ribeira do río ata o viaducto de Catoira, un apacible e moi fermoso lugar onde relaxarme deixando voar a mente...
Observo dende o alto como baixan as augas do Ulla tranquilas, son hoxe espello no que se ven reflexadas as Torres de Oeste sen poses que leven a engano...
Non hai vento que levante olas nas que agochar o seu máis ca evidente deterioro...
O merlo, que me coñece e sabe que estou afectado, sospeitaba onde atoparme.
Deberían as persoas, Xaquín, actuar do mesmo xeito, fuxir das maruxías que forman ás veces co fin de reflexar un interior que non se corresponde coa Alma que teñen dentro, canta votándome a man polo lombo a xeito de consolo.
Tes razón, Amigo merlo, nosos actos deberían ser un FIEL REFLEXO do noso interior, pero non sempre é así desgraciadamente, por elo se fai cada vez máis difícil confiar nas persoas.
E tanto, Xaquín...
Ata os cegos prefiren que sexa un can quen os guíe...!!

O Paraíso existe




Xaquín Miguéns Ces

LA DIGNIDAD DEL PASADO SE HA EXTINGUIDO


Hace años que todo aquello ha cambiado, la ciencia y el progreso conllevó a que no quebráramos tanto el espinazo trabajando, pero hizo de nosotros unas personas egoístas con menos calidad humana.

Mis abuelos, los tuyos y aquellas personas de la época poseían una honradez y dignidad vecinal extinguida con las siguientes generaciones.

Compraban y vendían tierras con la palabra y mirando a los ojos, ahora hasta con documentos firmados ante notario no se cumplen las condiciones,

preferiblemente se escriben traiciones escondidas en letra pequeña.

La educación, el respeto, la nobleza y la humildad, eran cualidades y vejestorios que por generaciones se conservaban como un “santo grial” .

Los buenos modales en la mesa a la hora de comer o cenar, eran tan

importantes para aquellas generaciones como sacar buenas notas en la escuela: cuerpo rígido, no poner los codos en la mesa, tenedor en mano izquierda, 

cuchillo en mano derecha, y no

levantarse sin pedir permiso al abuelo.

El viejo te compensaba a toda esa buena nota, con unas gotitas de vino en el vaso de gaseosa.

Hoy ya quedan muy pocas familias en que todos se junten en una mesa a la hora de comer, quizás por distraimientos y costumbres pobremente sanas, y

por los valores que se han extinguido.

Los castigos y las débiles cachetadas pretendían una instrucción sana, y

llevaban consigo un ánimo de educación y ternura, no eran necesarios asistentes sociales, psicólogos ni tratamientos semejantes para una conducta

familiar medianamente eficaz.

Los remedios caseros contra la gripe o para favorecer el crecimiento, se administraban caseramente por generaciones familiares, y el médico del

pueblo se hacía cargo de algunos casos más severos cuando nuestras abuelas no encontraban el remedio.

Yo no recuerdo de haber padecido una gripe, simplemente algún dolor de barriga inventado para no ir al colegio, y mi

última mentira traviesa en ese sentido, supuso ingerirme un jarabe que el médico de familia me recetó, y que me costó una semana en cama enfermo

de verdad.

Mi abuela materna era una experta boticaria, me suministraba forzosamente

desde muy pequeñito un huevo crudo mezclado con el famoso jerez Sanson, y que necesitaba taparme la nariz para llevarlo hasta mi estómago.

La fuerza medio engañosa y alcohólica de aquel jerez, me aportaba tanta vitalidad, que mi tío tenia que atarme cariñosamente un cordelito en un pié al naranjo de la huerta de casa, hasta que se extinguiese mi griterío y euforia. 

"El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce".

Lino Saborido




EL SÉQUITO

 Hay quien nació para bufón de una corte de payasos innatos gobernados por una reina que no conoce corona y se le quedó grande lo de ser persona.

Otros nacieron para estorbar o llamar la atención o sencillamente dar lástima (que no sé qué es peor).

Cuando te toca lidiar con un grupo así que se creen superiores por linaje, no inclines el cuerpo en señal de pleitesía ni agaches la mirada por un respeto mal entendido .

No te quites el sombrero en su presencia, clava tu mirada en sus pupilas, no rías las burlas mal intencionadas de ese mequetrefe blasfemo, no idolatres el yugo de quien quiere hacer de ti un títere sin cabeza.

Ponlos a la altura de su ridiculez, hazlos bajar de su nube de algodón y besarán el suelo.

Y para eso, nada mejor que ignorarlos, porque llegarán rodeados de su séquito de mascotas creyendo que barrerán el piso contigo y no acostumbrados a ser despreciados de frente, no podrán derribar tus muros ni colgar su estandarte en tus dominios y te escucharán reír y eso los confundirá y te verán crecer a pesar de sus intentos de aplastarte se aliarán más entre ellos, intentarán desmoralizarte, enlodar tu conducta, cualquier bajeza que se les ocurra .

Pero he ahí donde tú serás el detonante del cambio de la historia. pues te verán feliz y tan inalcanzable que se sentirán forzados a deponer las armas o a enfrentarse a campo abierto contra ti… y aquí, en las distancias cortas entenderán que eres imbatible.


Mano Figueira




VERSOS





Ojos violetas desgarran las telas

de tantas vivencias repletas, 

de tanta sangre teñida. 

¡Oh! dulce cantar egoísta 

de la flor de la humanidad


    Iria Martínez


QUIÉRETE BIEN

 Si te quisieras

como yo te quiero

no tendrías dudas

no tendrías miedos


serias la estrella

que ilumina mi invierno

serías ropa seca

de mi fiel escudero


no habría sombra

que acallara el viento

no habría más senderos

para un caballo inquieto


si te quisieras

como yo te quiero

nada te haría daño

en este nuevo trecho


serías solo luz

serías solo tiempo

serías la nueva vida

para este viejo huerto


donde sembrar paz

donde hablen los muertos

que nos cuentan historias

de nuestros abuelos.


  Paki Espiño,2023


NAVEGANDO

En las frías noches

de tu bella alcoba

haciendo el amor

hasta  el amanecer


con todo el cariño

que yo recibía

estando contigo

allí...¡moriría!


Si, morirme de amor

estando a tu lado

¡y dártelo todo!

A cambio de nada


en tu compañía

me dejaría llevar

hasta el fin del mundo

¡para navegar!


En ese navío

que es tu corazón

navegando sin rumbo

pilotando el timón


el timón de tu vida

unida a la mía

caminando juntos

hasta el fin de los días.


  Miguel Alberto,2023


lunes, 23 de enero de 2023

É UN PREO

 Hai cousas que son sagradas, as charlas co merlo e o descanso das subelas e os coiros os luns de zapateiros...

  Tamén madrugar para ollar a cor coa que o Val vai espertando. Abro a fiestra, o nordés queima os beizos.

  Esquéceste dos peteiros Xaquín, canta o Amigo merlo.

  A cada quen dóelle o seu, larpeiro.

  As chuvias persistentes do inverno semellan dar paso a un día no que o sol, temesiño e arroupado por un cobertor de algodón branco, quere acompañarnos...

  As polas da maceira van quedando espidas,  as últimas follas recórdannos que é tempo de poda, haberá que coller as tesoiras.

  Non enganas a ninguén, non sabes nen onde as ten gardadas Constante, pero benvido sexa, Xocas, canta de novo o merliño dende a súa atalaia, a vella graneira, pensando en papar as mazás chegado o seu tempo...

  É UN PREO, e mal Amigo...

  As alas abertas, non para emprender voo, senón para darlle brillo; o frac, máis ca negro, parece un raído traxe de choqueiro...

  Amence unha mañá moi fría nas Brañas, preparar o amoado e sentarse ao pé da lareira diante da filloeira pode ser un bo xeito de pasar o día quente...

  O problema é darlle feito filloas con mel ao merlo larpeiro, non hai maneira de enchelo...

  O prato, sempre está valeiro...!!


  O Paraíso existe 



                                                                Xaquín Miguéns Ces


LO QUE SE DICE Y SE ESCUCHA DEJAN LA ATMÓSFERA IRRESPIRABLE

  

Si las palabras que escupimos por la boca (por dónde, si no) se acumularan, como los objetos, por toda la casa. Si cogieran polvo, si envejecieran. Si al atravesar el pasillo tropezáramos con ellas como con el patinete del niño. 

Si nos rompiéramos el tobillo al golpearnos contra los sustantivos y los adjetivos y los verbos que dejamos tirados por ahí, de cualquier modo. 

Si, al encender la tele, las palabras salieran de la pantalla como cuerpos físicos, dejando el salón perdido de frases hechas o deshechas, de pronombres, de oraciones subordinadas, de retruécanos, metonimias, aliteraciones. 

Si de vez en cuando hubiera que contratar unos servicios especializados en la limpieza de ese conjunto de bártulos gramaticales. Si todo ello nos obligara a ser conscientes de lo que decimos o de lo que nos desdecimos...

En tales casos, no hablaríamos en vano. No nos haríamos tanto daño. No prestaríamos oídos a tantas estupideces. 

Y apagaríamos la tele frente a determinados programas como cerramos el grifo del agua cuando no tiene sentido que continúe abierto.

 Clausuraríamos la boca como el que apaga la luz al salir de la habitación. Mediríamos más lo que expresamos. Llevaríamos cuidado. 

Porque lo cierto es que, aunque las palabras pronunciadas no ocupan aparentemente espacio alguno, se quedan ahí, en algún sitio invisible de nuestro recuerdo o nuestra mente y sí, sí, cogen polvo, envejecen, tropezamos con ellas el atravesar el pasillo y nos rompemos el alma contra los verbos o los adverbios que articulamos o desarticulamos el año pasado, incluso hace diez años.

Muchos naufragamos en el mar de reproches mutuos  durante una mala época de la vida. Se ahogan en lo que se dijeron. 

Las oraciones gramaticales descalificadoras vuelven como argumentos para romper. Vuelven porque nunca se fueron, porque estaban por ahí, estorbando, en medio de todo, como la bicicleta estática que dejamos usar, como el patinete del crío.

 Conviene llevar mucho cuidado con lo que se dice, pero también con lo que se escucha, porque lo que se escucha y lo que se dice se reúnen en un rincón de la cabeza, como el polvo en una esquina de las habitaciones, y llega un momento en el que la atmósfera resulta irrespirable.

Lino Saborido.





DÜRUM MIXTO



Espertei cunha dor no pescozo que non me deixaba xirar a cabeza,

sentado na porta dun garaxe nunha rúa que nunca vira e pola que non estaba

a pasar ninguén. Aínda tiña o sabor do kebab na boca, mais non recordaba

ter comido turco na última semana. Por non me acordar, non me acordaba

nin do meu nome.

Erguinme, disposto a encontrarlle un sentido a algo do que pasara que

me puidese ter levado a esa situación confusa, pois non entendía nada: non

sabía onde estaba nin quen era, e o meu único obxectivo era volver á casa e

continuar coa miña vida... Casa? Vida? Eses conceptos soábanme moi alleos.

Todo eran preguntas para as que semellaba non haber resposta, por moito

que buscase, mais iso non foi así sempre, para a sorte duns, desgraza

doutros.

No medio desta confusión decidín botar a andar, sen destino pero cun

rumbo: fun en diagonal, unha rúa viraba á esquerda e outra á dereita, sen

ningún motivo aparente. Simplemente tiña que ir a algures, coma unha

formiga que perde o rastro do resto e vaga sen rumbo ata a súa morte.

O primeiro que vin ao saír do canellón aquel foi unha rúa máis grande,

pero baleira. Comercios pechados: tendas de roupa con pintadas nos

cristais, un cine que caía a cachos, casas que cederon ante a forza das

hedras... Describiríao como case postapocalíptico.

O que me chamou a atención nada máis velo, como tres cruces máis

alá do punto de partida, foi aquel parque enorme. Sentín o impulso de miralo

máis de preto, de exploralo, era como o único sitio do mundo no que me

sentía seguro. Non era unha sensación de ter estado xa alí, senón máis ben

de confianza nel, como se xa o coñecese, mais non me soaba para nada. De

feito, tiven que mirar un pouco para os rapaces que andaban por alí para

facer un mapa mental de por onde se accedía aos distintos tobogáns e como

usar a corda tirolesa.

Subín polas escaleiras que máis preto me quedaban, ante a

sorprendente indiferenza dos catro pais que estaban a vixiar que os fillos non

se mancasen nin levasen nada indebido á boca, e atopeime cunha sorte de

tubo coa metade superior translúcida. Debía de ser tradición entre a xente

moza facer botellón nese mesmo parque, porque se podían ver pintados con


spray no propio interior do tubo varias parellas de nomes, así como símbolos

anarquistas e comunistas.

De pequeno preguntáralle a mamá que que era aquel A, que me

gustaba moito.

—O símbolo dos delincuentes. Iso píntao xente que queima

contedores e rouba en tendas.

—Entón é algo malo?

—Si.

Ese día saín do parque cheo de medo, porque a xente mala viña ao

mesmo parque ao que ía eu cos meus amigos facer cousas de xente mala.

Non me cabía na cabeza, a xente mala está no cárcere, coma os que mataron

a papá, non na rúa. Na rúa está xente boa como mamá e coma os avós e

coma os tíos e os meus amigos do colexio.

Que fora iso? Acababa de...? Efectivamente. Recordara unha escena

dunha infancia que quixen definir miña, pero, por que? Que fora o que

pasara? Quería saber máis, ou iso cría querer.

Tomada esta decisión, decidín volver mirar o A anarquista. Nada.

Estiven uns segundos, incluso diría que un minuto, mirando sen pestanexar

e sen despegar a vista, o meu cerebro mesmo chegou a omitir o ruído dos

catro meniños que andaban a correr, gritar, e probablemente demostrar o

seu escaso control de esfínteres. Cousas de meniños. Non conseguín nada

máis que perder o tempo.

Exhausto de pensar e esforzar a miña mente, decidín volver botar a

andar. Agora sabía que eu era alguén e precisaba saber quen. A indiscreción

nunca foi unha virtude miña:

—Perdoe, señora, igual lle soa un pouco estraño o que lle vou

preguntar pero... Vostede coñéceme?

Botei a man ao peto esquerdo e notei unha protuberancia na que non

reparara antes.

Puxo cara de incomodidade, mesmo susto, e seguiu andando, coma

quen ignora a xente que recolle firmas pola súa causa, ou quen pasa de largo

ante a desesperada súplica por cartos do mendigo da porta do

supermercado. Agora entendía o que se sentía, e pareceume un xesto moi


rudo pola súa parte. Decidín que non volvería facer nada similar na miña

vida. Acaso tiña tan malas pintas? Que pintas tiña? Igual era ben ter unha

imaxe mental dun mesmo. Non había ningún tipo de escaparate sen romper

en cincuenta metros á redonda, así que seguín andando mentres sacaba

lentamente dúas carteiras de coiro sintético medio desfeito do peto. Claro!

Algo habería alí que me dixese algo!

Na primeira había só un DNI dun tal Fahri. Nin idea. Na segunda había

un DNI tamén cuxa sinatura era un A coma o do parque e un garabato que

pretendía ser letras ao lado. Cando fora facer o DNI eu só por primeira vez,

acordeime do que me dixera miña nai de que os anarquistas eran xente

mala, vaia inxenua. Non sabe que a xente mala de verdade está a mover os

cables do seu cerebro de forma que sitúe o inimigo entre os seus. Fracturar

a sociedade era o obxectivo, e eu era conscientísimo disto. Decidín poñer o

A que inicia o meu nome coma o símbolo que miña nai odiaba tanto.

Conseguía algo? Levarlle a contra á nai e deixar unha pegadiña miña nun

documento oficial. Que se fodan. Xa bastantes problemas me deran, íallelos

devolver.

Volvérame pasar. Comecei a notar un sentimento de perigo, coma se

me estivesen a perseguir. Ao parecer, de súpeto tiña problemas coa xustiza,

sabe Deus por que, pero xurdiume unha necesidade irracional de non ser

visto por ningún tipo de policía. Decidín facerlle caso ao impulso, pois aínda

que aparentemente non tiña motivos para me agochar de ninguén, o

instinto era o único co que podía contar.

Agora tiña un obxectivo claro: descubrir algo máis sen chamar moito

a atención, e intentar continuar coa miña vida coma se isto non tivera

pasado.

Tiña fame. Máis ben, tiña gana de comer. O delicioso sabor a kebab

non se ía da miña boca, evidentemente non lavara os dentes así que tardaría

un cacho en desaparecer, a non ser que papase outro... Decidín que así ía

ser. Andei un longo cacho esquecendo totalmente o patrón que decidira

seguir unhas horas atrás, fun collendo camiños pola sensación que me dera

cada un, até que me dei conta de que antes de coller a comida tiña que ter

con que pagala, e en ningunha das carteiras había máis que documentación

que de pouco me valía neste momento.


Volvín comprobar as carteiras, coa esperanza de que xurdiran 5 euros

da nada para o dürum. Nada. Levaba anos sen precisar preocuparme polos

cartos, dende aquel día no casino colocadísimo que gañei sabe Deus como

un “Todo ao verde!” Fora un moi bo autorregalo de aniversario, aparte da

farlopada que me permitira esa noite, estiven ao borde da creba durante os

segundos que pasaron entre que decidira meter todos os meus aforros ao

cero na ruleta que tantas desgrazas me tiña traído. Ao día seguinte de

facerme terriblemente rico espertei descolocadísimo nunha cama que non

coñecía, pero só chegou con ver a tarxeta do banco para recordar o que

pasara. Fun feliz. Realmente non o sabía, porque un só pode saber se é feliz

cando realmente o é, igual nun momento dado da miña vida botaba a vista

atrás e dicía “Non era feliz, agora si”. Gustábame pensar que si, e volveuse

unha meta realista a partir dese momento.

Desta vez fora moi nítido, viñérame incluso a sensación de éxtase da

cocaína. Os detalles eran cada vez maiores, e os recordos solidificábanse. Se

tiña tantos cartos, en algures debían estar. Atopei na miña carteira unha

tarxeta do banco, a mesma que a daquela mañá, e fixeime no logo “0to9”.

Como se lía iso? Cerotonove? Otonove? Otonueve?

Vin unha sucursal do mesmo banco alá ao fondo da rúa, á man dereita.

O letreiro debería de estar iluminado, pero non o estaba e iso fíxome dubidar

sobre o seu funcionamento. Cando cheguei non collía en min da alegría que

levei ao ver un caixeiro operativo, mais estaba en inglés, lingua que levaba

aprendendo dende os seis anos e na que demostrei sempre unha boa

competencia, quizais o único aspecto no que o facía. Aseguraríame de

destacar en máis cousas na miña nova vida. Poñía “Welcome to 0to9. Insert

card”

Entón entendino. Zero to nine. Era o nome do banco que eu mesmo

fundara un mes despois de poderme permitir deixar de andar a roubar

carteiras coma a de Fahri para poder pasar o día e sucumbir aos vicios. Logo

do do casino, saír do paso non volveu ser unha preocupación, e para

asegurarme que iso seguía a ser así decidín que ía traballar por primeira vez

pero baixo as miñas condicións: sería eu o xefe, e decidiría eu que facer.

Saquei a carreira de economía (Só me levou un ano, o suborno aos

profesores e directiva xunto coa miña capacidade innata de aprendizaxe

acortou o proceso). Fundei o banco sabendo que non ía ser convencional: as

normas poñíaas eu. O meu obxectivo era sacar a maior tallada posible, así


que decidín darlles un discurso aos meus empregados acerca de como

debían chamar a números de xente vulnerable como persoas maiores ou

simplemente con poucas luces. Ao ser unha empresa pequena, un banco a

nivel da cidade, non ía destacar moito, e os beneficios eran para min e para

os meus traballadores. Decateime no medio do flashback da influencia que

tivera o Lobo de Wall Street na miña mentalidade.

O nome do banco era unha referencia a min mesmo. Pasara de ter

cero euros na conta a nove millóns nunha mesma noite, e decidín poñerlle

o nome en inglés pola similitude que ten con certa substancia que levaba

anos sen producir o meu corpo, a serotonina, relacionada coa felicidade. Un

xogo de palabras mestre dunha mente mestra.

Sentín que estaba moi cerca de coñecer a miña historia, mais comecei

a dubidar de querer sabela. Por unha parte tiña moitas dúbidas pero temía

as respostas, coñecerme a min mesmo podía non ser tan positivo como

pensei nun principio. De todos os xeitos, a vida brindábame outra

oportunidade.

Metín a tarxeta no caixeiro e non reaccionou. Estaba aceso, si, mais

non reaccionaba a nada do que eu facía. Sacar cartos non era unha opción,

así que decidín buscar o restaurante turco máis próximo e explicarlle a miña

situación a quen me atendera. Confiaba en que me tratase de “amigo”, máis

alá de verbalmente. Canta perda lle podía xerar regalarlle un dürum a un

pobre? Ao fin e ao cabo probablemente el tampouco o pasara moi ben ao

chegar a Galicia antes de formar o negocio, se non se puxese a traballar

estaría na mesma situación ca min.

Volvín botar a andar, esta vez reflexionando moito acerca de min

mesmo. Como puiden pasar de ser un rapaz a volverme millonario nun

casino? A resposta era fácil. Miña nai, farta da miña mentalidade

antisistema, cansada de que estivese seguido meténdome en liortas, vivindo

de carracho a conto dela porque non quería traballar para que o sistema

quedase sen base e deixar de alimentar o capitalismo, botárame da casa.

Moi malo tiña que ser para preferir vivir soa a vivir comigo. Botei cerca de

dous meses durmindo no mesmo portal polo que agora estaba a pasar, sorte

que era verán e ía caloriña. Tiña cartos, si, mais mentres non me fixese falla

non ía gastalos en alugar un teito, preferín meterme a unha pequena panda

de delincuentes que facía o que podía por chegar a final de día, ía a

manifestacións, tiña algún que outro vicio e vivían como querían porque a


felicidade non se atopa nos cartos. Eu estaba contento, alguén me apreciaba

por como era por fin, non era máis o raro de ningures porque nin era raro

nin era de ningures. Fora nunha noite de comezos de setembro na que

decidira meterme ao casino unha vez máis pero esta vez coa mentalidade de

todo ou nada. 250.000 euros na conta bancaria que compartía con miña nai

(sabe Deus o que era dela por entón) e da que nunca me botara. Eu

tampouco a tocara, vivía do que gañaba. 250.000 euros ao 0. De súpeto

9.000.000 na conta bancaria.

Non me gustaba o que estaba a descubrir, ese non quería ser eu.

Fíxenme crer que son unha persoa nova e que nada diso me ía afectar, pero

a reputación que tiña era innegable. Vexo un restaurante turco. Dobro a

esquina. Entro ao local. Baleiro e abandonado, pero o dependente ficaba

tras a barra, con dúas masas de carne xirando. Veme entrar e sorrí

levemente sen levantar a mirada do vaso limpo no que estaba a fregar.


—Que queres hoxe, amigo? O de sempre?

—Si —non sabía que estivera aí antes, igual sacaba algo en

claro.

—Son 5 euros, toma.

—Con tarxeta podo? —Por algunha razón tíñame o dürum

mixto completo preparado xa.

—Claro, coma sempre. Pásaa.

Para a miña sorpresa no lector da tarxeta aparecía o logo de 0to9.

Desta vez a tarxeta fixo o que tiña que facer, foi recoñecida, mais non se fixo

a transferencia.


—Crebaches?

—Como?

—Non vas pagarme porque o teu banco crebou. Despois do

feito de que o fundaras, foi a peor noticia posible para a cidade.

Era certo. O banco comezou a medrar e as estafas sistemáticas das

que nos lucrabamos comezaron a ser notables. Unha vez máis, froito da

prepotencia non puxera un límite á miña ambición e acabáronme chovendo

denuncias ata que o CNI puido comigo. O contrario do que quería.

O cambio de mentalidade que supuxera o banco fora botado abaixo.

Pasei de querer cambiar o sistema dende fóra a facelo dende dentro.

Integrarme nel, facerme poderoso e unha vez tivera todo baixo control,


facerme co poder mediante un golpe de estado ou algo así, xa o pensaría

cando chegara o momento. Borráronme do mapa antes de poder pensar en

dar o salto, unha vez máis os deuses obrando na miña contra. Sabía que o

paso seguinte a tirarme a empresa era unha redada, e entón estaría

acabado.

—Que máis sabes de min?

—Contáchesme absolutamente todo. Non me recordas?

—Non

—Queres que che conte que te levou até aquí?

— Si

—Por?

—Quero saber quen son para comezar unha vida nova. Ti saberás que

non fun a mellor persoa do mundo, e quero cambiar iso.

—Amigo, coido que vai ser imposible que refagas a túa vida. As

consecuencias valas ter sempre presentes.

—Explícate

— Xa te darás conta. Eu direiche o que sei de ti, o resto dedúceo.

>> Viñas moito cando vivías nas rúas. Logo duns anos sen verte, só

oíndo os teus logros e como ías tomando o control da cidade e todo o mundo

dependía de ti, viñeches unha noite cear. Contáchesme, entre bágoas, todo

o tema de como te acababas de arruinar ese mesmo día e como se che fora

todo a pique, e sabías que andaban detrás de ti para meterte preso. Cando

quixeches pagar e non puideches porque 0to9 desaparecera, saquei a

carteira para ver se a min me deixaba pagar coa miña tarxeta. Quitáchesma

das mans e quixeches levantarte e marchar correndo, supoño que para

poder pasar o día porque non tiñas efectivo, pero collinte do brazo antes de

que puideses. Comezamos a pelexar, ti non deixaras de chorar, e colliches

este mesmo coitelo que teño no lombo e craváchesmo. Só recordo que te

vin marchar.

Enmudecín e erguinme. Matara unha persoa. Non podía refacer a

miña vida despois de arrebatar a doutro. Só había unha maneira de


liberarme do meu pasado, e era poñéndolle fin ao meu presente. Saín do

local.

Botei a andar sobre os meus pasos. Levoume toda a noite, até o

amencer, chegar a onde quería. Diante desa porta de garaxe espertara. Dun

garaxe abandonado, coma todo. Coa caída do meu imperio caeu a cidade

tamén. Pola miña culpa o que un día fora un terreo próspero pasou a ser

unha distopía. Todo se remitía a min. Todo se remitía á porta daquel garaxe.

Collín o paquete de benzodiazepinas que había no chan e comecei a tragar

unha tras outra, sen notar efectos. Aos dez minutos apareceu Fahri.

—Agora entendécheslo, amigo.

Tiña razón. Estaba condenado xa a contemplar as consecuencias dos

meus actos para sempre. Non me quedaba outra, non podía escapar. Como

dixeron os Carolina Durante, “Los muertos no mueren dos veces”. O sabor

do kebab perduraría para toda a eternidade na miña boca.

Abel Rodríguez

miércoles, 18 de enero de 2023

FELIZ DÍA DE SAN AMARO

  De chuvia e vento iamos ben servidos ata o de agora nas Brañas...

  Faltaballe unha terceira pata á sela, un frío que queima o peteiro, dubido que o merlo saia do niño....

  E tiña que ser hoxe, día no que celebramos na aldea a festividade do noso Patrón, cando o nordés viñera a recordarnos que o inverno de verdade aínda estaba por asomar...

  Este ano teño claro, merliño, que nen ao pé da lareira quito de enriba a reuma...

  O avogado destas causas non debe estar pola laboura, para esto non facía falta adicarlle unha capela.

  Xaquín, a cousa xa ven de vello, e non ten culpa algunha o santo venerado na aldea. Se non que sentido tiña facelo Patrón dela...?

  O Ulla é o gran culpable de cánto acontece no Val. Un encantador de serpes que baixa polas ribeiras repartindo apertas, ao tempo que provoca unhas brétemas que van calando nos ósos...

  Tamén pode que san Amaro esté canso de que só vos acordes del cando chega o día de hoxe...

  Traxe e gravata...

  Misa cantada coa capela engalanada, música de banda, gaitas e foguetes acompañando a procesión polas rúas da aldea...

  Festa rachada coas casas cheas de invitados, e o resto do ano nen unha esmola nen un rezo, Xocas.

  No mirara nunca desde ese punto de vista, larpeiro. Quizais teñas razón e forámonos alonxando cada vez máis da fe para vivir un materialismo exacerbado...

  Non vou entrar en detalles, non é o momento nen teño tempo. Quente o sol ou chova e faga frío, espéranme en Pontevedra "As Abellas". Disfrutar da súa mel cada fin de semana fai que se me curen os males, polo menos os da Alma...

  Antes, para non deixala coxa, quero pórlle á sela a cuarta pata, o sol, cun amencer de postal reflexado no hórreo da horta...

  Toca hoxe imaxinalo de momento, coma tantas veces pelexa coa néboa por facerse un oco  neste marabilloso recuncho da Veiga...

  FELIZ DÍA DE SAN AMARO ...!!


O Paraíso existe 




CUANDO SE ACABA EL TIEMPO EN QUE SE PODRÍA, HA PASADO EL TIEMPO EN QUE SE PUDO.

 Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos.

Tu tiempo es limitado, no lo malgastes. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como piensan otros que deberías vivir. 

No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Ten el coraje para hacer lo que te dice tu corazón y tú intuición. 

Es inaudito cómo el paso del tiempo es tan relativo para unos y para otros. Cómo 20 minutos pueden ser eternos en la sala de espera de un hospital, o bien pueden ser pasajeros mientras tomas una copa con amigos.

Con el transcurso de los años empezamos a comprender la sucesión de las primaveras como si de minutos se tratase; la clásica frase de nuestros padres: “Aprovecha el tiempo porque cuando pasan los años ni te enteras”.

 Y es que hasta que no somos conscientes de la exactitud de esas palabras no nos detenemos a pensar en ello. Transcurre la niñez, la adolescencia, y las obligaciones están cada vez más cerca. Por eso le tenemos tanto miedo a la pérdida del tiempo.

 Nos preguntamos si hemos aprovechado cada segundo de nuestra vida, o bien si hemos dejado de hacer algo que nos satisface por falta de tiempo, pensando en el después. 

Ese después que quizá nunca llega. Porque durante la espera las cosas cambian. Vivimos pensando en el pasado y en el futuro, pero nunca en el presente.

Nada ni nadie espera por nosotros, y por ello debemos valorar cada instante. Personas, lugares, momentos. El tiempo, aquello tan efímero y a la vez incesante. Tenemos mil ocupaciones, pero siempre nos falta tiempo. Qué contradicción.

Siempre creemos que habrá más tiempo... pero el tiempo se acaba.

 Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo.

LINO SABORIDO.






EN MI VIDA NO

No te voy a explicar lo que estás haciendo mal en tu vida , pero si decirte que no te quiero en la mía. Te dije una vez  que eres como un tsunami, barres todo, con tus daños colate-rales sin importarte a quien dejas bajo las olas, que nunca te consideré amiga porque eres todo lo que no acepto en una mujer. Te escudas en ese aire de diva excepcional y sabemos que son humos, que vas llamando la atención porque nunca te la dieron, que no conoces la amistad sincera porque tú no eres de guardar un secreto ni de posicionarte con la razón, siempre bailas en las aguas que te convengan en determinados momentos. 

Y no te tengo lástima porque siempre tenemos lo que nos merecemos , tu envidia,  tu rencor  tu falsedad, tu egocentrismo  crecen mientras tú evolución mental decrece .

Así que conscientemente de que lees lo que escribo porque comparas tu vida a la mía y te sientes muy por encima, dejo que sigas flotando…¡ ya bajarás!. Sabes que nunca me engaño en mis profecías y no deseo verte caer, porque a diferencia de ti, a mí sí me dueles , pero querida...

Ya no te quiero en mi vida.

Mano Figueira.



NO PARAÍSO NUNCA HAI PRÉSA

  As  présas non son boas compañeiras de viaxe, i eu teño dabondo, Amigo merlo, porque chegue a primavera...

  Para non cambiar, amence un chuvioso luns de zapateiros...

  Este inverno chegou tan cedo que semella que só tivo tempo de aprender malamente unha tocata, a que interpretan diariamente nos cristais uns desafinados instrumentos de auga e vento...

  Que música tan cansina, merliño, é pior ca levar unha vaca no regazo, como din na miña aldea, non podo co seu pesado marteleo.

  Saia o sol ou non, Amigo Xocas, hai que abrir as alas...

  Sabemos que o inverno é unha gaiola de arames grosos coma as pedras dun castelo, pero ten algunha fiestra pola que fuxir voando...

  Unha delas o miradoiro que está fronte a Cortegada e que ti tan ben coñeces... 

  Un diván no Paraíso dende o que cada mañá, Xaquín, deixabas navegar a Alma ata fai nada.

  No fago agora, merliño, o remo pasou a mellor vida, pero na lacena dos recordos permanecen gardados para sempre as imaxes dos amenceres cos mariñeiros tirando do raño recollendo ameixa nos parques de cultivo, mentras o Ulla bica sen vergoña algunha os beizos e a pel de area fina da súa amante, que  cos brazos abertos espera pola súa auga fertilizadora.

  Luns de zapateiros, Xocas. Un bo momento para colgar das alas o cartafol dos sons e das pinturas, e buscar na xaula unha ventá pola que a imaxinación poida saír voando...

  Cambiar a música da chuvia batendo  nos cristais, e as cores grises do inverno, polo murmurio do río, o canto dos páxaros e o reflexo do sol amencendo...

  Pasar dunha música de  percusión que taladra o cerebro, a unha melodía de violíns que fai cóxegas na Alma...

  Dunhas cores morriñentas a unha imaxe relaxante.

  Un diván nun anaquiño de ceo onde se detén o tempo, merliño, mentras ollas.

  Xaquín, NO PARAÍSO NUNCA HAI PRÉSA...!!

  

  O Paraíso existe 




LA DISTRACCIÓN, ARTIMAÑA POLÍTICA

 Hay una frase de Mark Twain:

Es más fácil engañar a la gente, que convencerla de que han sido engañados.

Y esto lo saben los políticos. Nos creemos todo lo que nos cuentan. Mañana viene pepito y dice que va a dar una vivienda gratuita a todo el mundo, ayudas suculentas a los más pobres, que nadie va pasar hambre..., y una gran parte de la población se lo creerá.

Los políticos juegan con eso. Prometen cosas que ellos mismos saben que no van a conseguir, pero el ciudadano que ignora cómo funciona esto, se lo traga, y da su voto. Y además los políticos, saben que tipo de mentiras decir, en que momento, y hacia que colectivo. Son unos titiriteros.

Las administraciones de Seguridad Social, Sepe, ayudas sociales autonómicas, etc.., están preparadas para rechazarte cualquier solicitud de ayuda, para que tengas que recurrir a sus denegaciones y volver a presentar el mismo papeleo, o ir al juzgado, y presentar tu demanda donde la tienes perdida de antemano.

Al final, tendrás que robar o morirte de hambre.

La distracción es también una técnica de los políticos para que el ciudadano desvíe la atención de lo importante y se fije en un punto de interés alternativo que no compromete el truco.

El ejemplo está como nos desvían la atención con noticias indolentes para  ocultar la vergonzosa subida de los precios y la congelación de los salarios.

El éxito de los políticos españoles consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.

Por eso, la responsabilidad del futuro de un país no la tienen los que gobiernan, la tenemos los españoles que somos los que votamos. Y después detestan las huelgas y la violencia, yo también lo detesto, pero es más detestable morirse de hambre.

Más de 13,1 millones de personas sobreviven en la cuerda floja de la pobreza y la exclusión social en nuestro país.

Luego nos quejamos si las cosas no las hacen bien, pero la culpa es nuestra por darle poder a gente incompetente.

Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione.

Mejor no votar a ningún incompetente. 

Lino Saborido Rial.




LAS FOTOS

 Nunca borro las fotos donde salen personas que fueron algo en mi vida , por eso mismo , porque formaron parte de ella.

Si marcaron para bien o para mal un renglón en mi diario o protagonizaron varios capítu-los de mi vida , si me dejaron huella, cicatriz , recuerdos , delirios , penas o risas ... Ahí siguen en viejas  fotografías, a mi lado provocando una sonrisa captada por la cámara , sujeta a un álbum.

Con los años hasta la rabia amansa pasando a una indiferencia que no duele como los puntos al coser una antigua decepción. A veces siento un poco de lástima del tiempo que dediqué a quien no merecía ni un buenos días , o me duele que almas que compar-ten mi misma sangre hoy sean completos desconocidos, porque los miro pero no los veo , no capto ni un ápice del amor que desinteresadamente les entregué .

Pero están ahí en blanco y negro en un rincón de mi cerebro , desdibujados pero presen-tes .

Y hoy que buscando un documento tropecé con aquel evento que nos captó para la eternidad con los ojos llenos de risas , los míos te extrañaron  por un simple  segundo , porque ya mi corazón no se dedica a perder tiempo  que no tengo.

Maduré  más con los palos que con los años y hoy puedo decir con absoluta seguridad :

- Yo no perdí , a mi me perdieron .

 Mano Figueira



.


CARMELA

 Camiñando cos pes descalzos

camiñando vai pola area

quen coñece esa rapaza?

Quen veu a miña Carmela?


Debuxando a sombra na rocha

bicando coas mans as estrelas

camiñando soiña na noite

deixando atrás a súa aldea


onde vas miña namorada?

Que tan soiño me deixas

a noite xa foi morrendo

atopóume o sol na eira


cantos dias pasarán

hasta toparte de novo

non sei con quen andarás

esquencéndote do teu mozo


as mans ficaron valeiras

os bicos xa non teñen dono

a onde van os amores

cando os deixamos orfos?


  Paki Espiño,2023


A GRAN NEVADA

 A gran nevarada

chegou de repente

i tan esperada

viña do noroeste


as nosas montañas

mudaron a cor

cumbres e vales

todo virou branco


a neve é a sabia

da nosa campiña

alimenta a terra

para seguir a vida


as vilas e aldeas

vestidas de branco

fermoso color

no doce Breogán


os nenos xogando

coas mans conxeladas

facendo monecos

nas rúas é prazas


benvida esta neve

anque algo tardía

para mozos e vellos

alegrará a vida!


É baixo este manto

de frio invernal

a fauna silvestre

achégase a nós


corzos e raposos

lobos, xabaríns

demandan sustento

para sobrevivir!!!


  Miguel Alberto,2023


domingo, 8 de enero de 2023

A BONECA

 De paño añil o gabán,


as guedellas ben peiteadas,


e trala matinal misa,


a visita arelada


ao vistoso escaparate


das ilusións en caixa.



Os ollos, cal andoriñas,


sen mesura revoaban


esculcando abraiados


cada anaco, cada balda,


rebosantes de xoguetes,


de ilusións en caixa.



E alí, outro ano exposta,


sen parangón en prestancia,


a boneca dos seus soños,


de fermosa indumentaria.


-Portareime como nunca-


-serei a máis aplicada-



Pero, unha vez máis, os Magos


traspoleiraron a carta.


Outra vez máis o sorriso


esvaeu na súa cara.


Nunca chegou a boneca


por máis que ela soñara.



A ilusión dun cativo


debera de ser sagrada.



Silvia Figueiras Dovalo


                                                                           Laura Padín   

PAZ

 Trala tempestade de onte, no día de hoxe asoma a calma...

  O tempo non axuda, a chuvia parece non entender de treguas, pero traxe e gravata son innegociables, é domingo.

  Caeume enriba máis dunha pedrada polas verbas escritas onte, tiña o casco preparado...

  Dime sempre o merlo que hai temas que con só mentalos producen urticaria na delicada pel dalgunha xente, así ocurriu ...

  Saíronme da Alma e non vou retirar unha soa coma, guste ou non é o que penso, e sentía que corría o risco de reventar se non abría a billa da tinalla...

  A partir daí cada quen é moi libre de decir o que queira, e tomar as decisións que considere oportunas, pero non imos deixar de expresar o que sentimos, o merlo i eu, porque alguén nos retire a palabra, non é noso problema. 

  Decía que trala tempestade chega a calma, aínda que sexa só a medias, e para axudar a elo vota agora man da pluma i espalla seu canto o Amigo merlo...

  O sol vai desaparecendo por detrás da Serra do Barbanza deixando unha tenue pincelada amarela no ceo, que se ve reflexada na auga da Ría ...

  Apostado no cruceiro da capela de san Bartolomeu, cun sorriso xunguido á PAZ que desprende seu relaxante trino, dille adeus o merliño...

  Descansa o pequeno barco pesqueiro no porto de Rianxo na espera da subida da marea que o esperte do letargo, tamén para el hoxe é domingo...

  Unha imaxe do solpor no Paraíso para compensar un pouco o que onte foi tormenta...

  Non deixa de cantar e de sorrir o larpeiro ollando a preada que ten diante...

  Cante cada un o que lle saia dalá dentro, din que a Alma é un misterio que leva agarradiño da man unha musa...

  Pousa a pluma o merliño no tinteiro, non desexa estragar a maxia con palabras...

  Abre as alas...!!

 

  O Paraíso existe 


                                                               Xaquín Miguéns Ces


A MIÑA NAI. "IN MEMORIAM"

 


Eu quixera que voltaras

a esta vida terrenal

onde tanto te estrañamos

amor incondicional!


Quixera verte de novo

pra chorar as miñas penas

apoiado no teu ombreiro

recibir o teu consolo


eu quixera nai querida

oir as tuas cantigas

saidas do corazón

coa túa voz de soprano


e quixera confesarche

aqueles grandes segredos

que en vida non me atrevin

e poder ficar en paz


estraño os teus aloumiños

as tuas verbas de amor

no teu regazo dormido

naquelas tardes de outono


pasando noites en vela

foches forte nai querida

criando dous serafins

graciñas miña naiciña


por haberme dado a vida

amor e felicidade

deches todo e máis...

...máis do que ti non tiñas.


Miguel Alberto, 2023       


HOY MI YO NO ENCAJA EN EL CUERPO

 Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, trabajamos para fortalecer y transmitir una filosofía de la existencia que perjudica seriamente la salud.

Hoy es un día extraño, irónico quizás por como yo interpreto la mayoría de los acontecimientos cotidianos de esta inusitada vida. 

Hoy debe ser mi yo que no encaja en el cuerpo. 

Hoy es uno de esos días en los que todo se encuentra ligeramente fuera de su sitio.

 El sofá del salón, por ejemplo: alguien lo ha corrido, quizá para buscar una moneda debajo de él, y no ha vuelto a colocar las patas exactamente donde estaban.

En la cocina, al abrir un cajón, observo que los tenedores y las cucharas, en vez de permanecer en sus compartimentos, se han mezclado creando una confusión que me disgusta. Respiro pacientemente mientras restituyo el orden perdido a la cubertería.

Cuando yo era pequeño, le cambiaba cosas de sitio a mi abuela; era una gamberrada que me divertía para hacerle creer en su dogma de almas que habitaban por las casas. 

Imagino que el espectro de mi abuela está jugando conmigo últimamente para vengarse. Pues querrá darme un susto de muerte por el desacuerdo de su herencia. 

También reviso temprano mis mensajes del móvil y veo unos mensajes desagradables de un amigo, con insultos. Ya no hago mucho caso a ciertos disparates repetidos con frecuencia, que ya no me afectan en realidad. 

En fin, la variedad de personalidades influye negativamente en muchas personas. 

Pero la incomodidad no cesa, como si esas pequeñas fallas evocaran otras de mayor importancia.

Lo noto al salir a la calle, al leer la prensa, al tomarme el primer café de la mañana. Hay algo distinto en la prensa, en la calle, en el primer café.

 Es mi yo el que no encaja hoy en mi cuerpo. Ubico al yo en una región amplia, situada entre la cabeza y el pecho. Pero hoy no está ahí. Hoy se encuentra en el estómago, donde suele bajarse en los ataques de pánico.

 Es mi pánico, pues, el que lo ha colocado todo fuera de lugar. ¿Pánico a qué? Lo ignoro. Quizá a que me involucren en un crimen que no he cometido. Parece que estoy escuchando ya la voz del policía detrás de mí: “Queda usted detenido”.

Lino Saborido.



A TI, TONI

 A ti Te he escrito mil poemas. Te hablé de todas las maneras que conozco, me reí contigo, lloré contigo y viví contigo. Nunca pensé que te irías, nunca pensé que no volvería a verte, nunca hizo falta llamarte, sólo el ruido de mi coche, las llaves en la puerta y venias a buscarme. Cuantas veces escuchaste mis quejas y cuantas veces sufriste mis errores, y aún así tenía tu amor incondicional, siempre estabas ahí, sin una queja, sin un reproche, un amor más allá de la razón (la razón humana claro) hizo falta que llegara tu muerte para separarnos. Gracias y siempre gracias por no ser como yo, por no ser humano.


Paki Espiño, 2023


P.D. Para todos los perros que tanta compañía nos hacen.


CAZADORES

 Os cans enxaulados

agardando ese día

pra ser liberados

para a “gran cacería”


cobrando venados

xabalis...indefensos

nas espesas fragas

é nas carballeiras


neste gran país

de tanta beleza

o home dispón

á súa vontade


non respeta a vida

por mor do deporte

matando inocentes

que él, chama “salvaxes”


quixera saber

quén é máis salvaxe

toda esta fauna?

Ou, o “gran cazador”


en nome de qué

mata sen piedade

deixando desvalidas

as súas crianzas?


Cando chegará

o día agardado

que o home respete

a fauna “salvaxe”???


 Miguel Alberto,

    02/01/23