Hay quien nació para bufón de una corte de payasos innatos gobernados por una reina que no conoce corona y se le quedó grande lo de ser persona.
Otros nacieron para estorbar o llamar la atención o sencillamente dar lástima (que no sé qué es peor).
Cuando te toca lidiar con un grupo así que se creen superiores por linaje, no inclines el cuerpo en señal de pleitesía ni agaches la mirada por un respeto mal entendido .
No te quites el sombrero en su presencia, clava tu mirada en sus pupilas, no rías las burlas mal intencionadas de ese mequetrefe blasfemo, no idolatres el yugo de quien quiere hacer de ti un títere sin cabeza.
Ponlos a la altura de su ridiculez, hazlos bajar de su nube de algodón y besarán el suelo.
Y para eso, nada mejor que ignorarlos, porque llegarán rodeados de su séquito de mascotas creyendo que barrerán el piso contigo y no acostumbrados a ser despreciados de frente, no podrán derribar tus muros ni colgar su estandarte en tus dominios y te escucharán reír y eso los confundirá y te verán crecer a pesar de sus intentos de aplastarte se aliarán más entre ellos, intentarán desmoralizarte, enlodar tu conducta, cualquier bajeza que se les ocurra .
Pero he ahí donde tú serás el detonante del cambio de la historia. pues te verán feliz y tan inalcanzable que se sentirán forzados a deponer las armas o a enfrentarse a campo abierto contra ti… y aquí, en las distancias cortas entenderán que eres imbatible.
Mano Figueira
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