En aquel ocaso
del cálido estío
cuando el sol se ha ido
¡ era un Paraíso !
A solas contigo
en las mansas aguas
recibí tus besos
de tu boca ardiente
mis labios temblaban
en aquel momento
por aquel regalo
de tu dulce boca
se apagó la estrella
y llegó la noche
en la intemperie
plena de derroche
haciendo el amor
en aquella playa
sólo se escuchaba
profundos suspiros
¿ eran tus gemidos
o el suave viento
lo que me arrullaba
en la fina arena ?
y...amaneció
cuando despertamos
la marea viva
y nos abrazamos
era el primer día
de nuestra unión
¡amor prometido,
eterna pasión.!
Miguel Alberto, 2025.
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