Yo no sabía que podía convertirte en quien te salva.
Yo no sabía que me podía regalar flores.
Yo no sabía que no necesitaba un príncipe,
pues yo no soy y nunca fui una princesa, me tocó ser guerrera, aún antes de que yo lo decidiera.
Hoy descubrí que tengo una habitación en mi pecho sólo para mí, llena de cosas que me hacen feliz.
Hoy decidí crear un castillo en esa habitación y ser una princesa.
Hoy decidí que sólo yo soy dueña de mis emociones.
Pero también decirte que escojas bien a quien le das las armas que puedan hacerte daño.
El amor nunca puede doler.
Duele la ausencia, la distancia, pero nunca el amor, si el amor te duele, quizás no sea el adecuado, tal vez sea el momento de organizar tu mente y tu corazón.
Paki Espiño, 2025.
No hay comentarios:
Publicar un comentario