miércoles, 15 de enero de 2025

ÚLTIMO ADIOS



Padre, me postro ante ti como cuando era niña.

Quiero hablarte, quiero contarte que aún me duele tu ausencia, aún no conseguí llenar el vacío que dejaste en mi pecho.

Hay ausencias que duelen para la eternidad y la tuya es demasiado profunda para que deje de dolerme. Perdí un padre, un amigo, un aliado y un protector.

Me dejaste en la soledad de mis sombras, mis miedos, me dejaste sola con mis fantasmas que hacían guardia en mi puerta.

Hoy, como tantos días, te necesito, necesito hablarte y que me aconsejes.

Hay momentos en los cuales me gusta la muerte, sólo por el hecho de volver a tu lado.

Quiero creer que así será, que me estarás esperando junto a madre, para de nuevo sentirme en casa.

Al abrigo de tus brazos, se disipan todas mis dudas y preocupaciones.

Sólo, espérame padre, yo sabré buscarte y decirte de nuevo que te quiero.


Paki Espiño, 2025


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