Nos encontramos en el mismo lugar,
con el alma comprometida
no podemos dejar volar
las manos en una caricia.
Nos vemos sin mirar,
en busca de una sonrisa,
nos tocamos sin tocar,
disfrutando de esa mentira.
Cuantas lunas han de pasar,
para tenerte frente a mí,
dos cobardes y el azahar,
en busca del sol naciente.
El verano se hizo invierno,
ya pasó nuestro tiempo,
dos almas a la deriva,
disfrutan del mismo infierno.
Los miedos son cadenas,
que te anclan al suelo,
volar sin tener alas,
volar sola, no quiero.
Paki Espiño,2024
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