Si me preguntas que por qué nunca me he rendido, es porque yo no vine a esta vida a ser una cobarde.
Media vida me la he pasado con lo de « malo será » , cuando fui madre de tres hermanos , cuando me quedé tirada en Canarias sin trabajo , casa o auxilio , cuando estaba sola manteniendo cinco bocas , cuando me tildaron de la mala de todos sus cuentos , cuando pasé de madraza y mujeraza a esa pu...divorciada.
Cuando me dieron la espalda personas por las que apostaba hasta el alma.
Cuando borraron de un plumazo una década de servil trabajo e intentaron que saliese por la puerta trasera sin derechos y una falsa condena .
Cuando te llaman para las malas y en las buenas “no le acuerdas".
Cuando te niegan el saludo porque en el fondo les mata tu brillo.
Cuando en un día especial hay quien no sabe ocupar su lugar,
cuando te dañan a sabiendas y esperan beatificación por consanguinidad.
Cuando ya no salen las lágrimas y la impotencia te asfixia...
Ahí resurge ese yo orgulloso y cabezón que en el fondo tiene una fe romántica en que los malos no van a vencer esta vez .
Y me crezco y me escudo de sarcasmo y mi antídoto es salir a luchar por mí , porque no nací para arrinconarme y llorar esperando el rescate .
Yo me hice a mí misma de miedos superados , de lágrimas sacudidas y sonrisas de mona lisa , de miradas de frente , de humildad porque si no , no habría aprendido nada , de noches de insomnio buscando salidas de emergencia, de dolor en el pecho y taquicardias por arrastrar tanto y no delegar en nadie . Podrán decir de mi muchas cosas y pocas buenas, pero la cobardía no me la impongan , porque aunque conozco el miedo no soy yo de esconderme.
Y si ahora estoy en un momento muy bonito donde me dicen que estoy más guapa que nunca ( aunque nunca fui guapa) , no depongo las armas , porque llegar a donde estoy ahora, lo hace cualquiera con un poco de constancia,
pero permanecer...eso es otra historia que ahora estoy escribiendo.
Mano Figueira.
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