El primer coche de línea para transporte de pasąjeros fue un alivio, en particular para los residentes en Cobas que querían desplazarse a Ferrol pero no tanto en sentido contrario, hasta pasados unos años en que fue aumentando el número de veraneantes. El autobús, por llamarle de algún modo, era de la sociedad Ramón y Suárez. Tenía el vehículo la cabina de color rojo y el resto de la carrocería era de tablillas verticales. Los asientos también eran de madera y su capacidad no debía superar los catorce pasajeros. Se permitía llevar cestas con productos del campo que vendían en Ferrol, incluso dos cántaras de de leche que llevaba la carismática Carmen a Paxarińa, lechera de As Cabazas.
Creo recordar que hacía dos viajes por la mañana, ida y vuelta y otros dos a la tarde. Si el viaje de Ferrol a Cobas se hacía sin dificultad, no era lo mismo para ir de Cobas a Ferrol. Subíamos los pasajeros en la parada de Los Bares, cerca del 2 de Mayo y arrancaba el coche. Una vez pasadas las curvas a la altura de La Boucella, enfilaba la cuesta arriba hasta rebasar la curva más pronunciada que hay al final y aquí quedaba sin fuerza, entonces salía rápido Ramón, que hacía de ayudante de chófer y colocaba un taco de madera en la rueda de atrás para que no volviera hacia abajo. Todo el pasaje se bąjaba (a los niños nos dejaban dentro) y había que empujar, con el motor encendido peso a paso de persona, hasta la parte llana que hay después de la rotonda actual -inexistente entonces - y una vez aquí, el pasaje volvía a subir y tan felices hasta Ferrol. Pero era frecuente que aquella "carrilana" manifestara su vetustez porque otro de los problemas habituales era el humo o vapor que salía del motor y venga a reponer agua en el radiador por lo que llevaban un envase para ese cometido.. En fin, aquellos viajes merecían filmarse para una película de los hermanos Marx porque no desentonaría.
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