Hay una violencia que no se ve en moratones o algún brazo roto. Es un veneno que entra directo al alma y hace mella , te destruye desde dentro y te quita la alegría robándote la autoestima y llevándote al infierno del que nunca saldrás del todo.
Se esconden en el interior de las casas y allí, dueños y señores, aplastan dignidades y valores morales creando un reino de terror del que nunca saldrás del todo ni con ayuda del mejor especialista. Si ves que estoy describiendo tu nido , ¡vuela en busca de ayuda lo antes posible!, porque el mal se crece si ve impotencia y el mejor regalo de la vida es vivirla , sin daños , sin gritos, sin mentiras. ¡Enfréntate! , ¡plántale cara y
termina con la escoria cobarde que siempre se ceba en el débil y tú no lo eres! , tú puedes destruir el mal con tu cariño hacia tus hij@s y a ti misma. ¡Sé valiente!, que cobardes ya tenemos en demasía.
Mano Figueira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario