Y llegó el amor
que tanto anhelaba
entrando en mi vida
con gran esplendor
con sed de cariño
te he recibido apagando
así el fuego encendido
las llamas ardientes
de mi corazón
al fin se apagaron
repletas de amor
yo te doy cariño
tú me das amor
y unidos los cuerpos
se acabó el dolor
compartiendo juntos
las luces y sombras
forjando el destino
de una mejor vida
llegarán los hijos
fruto del amor
que ambos deseamos
con toda ilusión
y allá en el ocaso
de la senectud
seremos felices
y recordaremos
¡nuestra juventud!
Miguel Alberto,2024
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