martes, 6 de agosto de 2024

HOY (I)

                  


 No tenía sitio en concreto a dónde ir, simplemente me faltaban fuerzas para plantarme frente a ti. Tú, mi amigo, mi amante, mi compañero de vida, tú me estabas hablando con mentiras que yo iba digiriendo como si de una comida se tratara. Salí al jardín como un fantasma, no sentía el suelo bajo mis pies, solo la decepción me mantenía erguida.

 Harta de hacerme preguntas sin dar con alguna solución, opté por sentarme en el suelo y tomar mi block de notas, y ponerme a escribir, es una forma de ordenar los pensamientos cuando se vuelven tormentosos y no consigo apaciguarlos. Me dormí esa noche dando vueltas a la absurda capacidad que tenemos los humanos para complicarnos la vida innecesariamente. Aun así, dado la frivolidad del asunto, lejos de tomármelo a la ligera a lo largo del día mi malestar fue creciendo hasta convertirse en una tormenta en mi corazón.

No quería hablarlo con nadie, ni amigos, ni familia, y para hablar contigo aun no estaba preparada. Parada frente al espejo que me devolvía una imagen que no reconocía, y aun así era la única que podía ayudarme a tomar decisiones, yo misma, la de siempre y a la vez distinta. La imagen que devolvía el espejo ya no era de esa muchacha que cruzó la Iglesia para unir mi vida a ti, la mujer cuya imagen reflejaba el espejo era una mujer con madurez, con los rasgos mas serenos, y solo ella tenía la respuesta a todas esas preguntas que durante años flotaron en el silencio de nuestro hogar.

 Paki Espiño,2024


No hay comentarios:

Publicar un comentario