sábado, 15 de junio de 2024

PROMESAS

              


Un juramento ante Dios y ante los hombres no sirve de nada sin una intención y el compromiso de amar, cuidar y respetar a la otra persona.

Amarte siempre.

Cuidarte siempre.

Respetarte siempre.

Dos personas formando un solo equipo para los buenos y malos momentos. Pero una promesa no vale nada cuando al caer la tarde tu cuerpo se pierde entre otros brazos, sus besos son errantes en otra piel mientras tú esperas en el hogar cuidando de unos hijos que son la luz de su mirada.

Vuelve a casa, a oscuras para no despertar a alguien que aún no duerme, con olor a su mentira que ya nunca podrá borrar. Se mete en cama en silencio absoluto, esa cama es testigo del deterioro de esa promesa y compromiso.

Para siempre lo dijiste con orgullo delante de toda nuestra familia, y delante de ella disimulas tus vergüenzas, tus hijos corretean inocentes por el tiempo, un tiempo que pasa demasiado pronto y los niños son ya hombres. Sentada en la cocina está su madre esperando que regresen para decirles cómo se siente.

Como madre tiene el alma bendecida, pero su alma de esposa fue destruida por ese hombre que le juró amarla siempre ante Dios y ante el mundo. Errante por la bruma de una tarde de verano, despojada de todas las promesas, ahora es libre para amar y que la amen sin juramentos ni promesas.

Sólo con la constancia del día a día!!!


 Paki Espiño, 2024


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