sábado, 6 de enero de 2024

¿QUIÉN DIJO MIEDO?

 

El comienzo  de un nuevo año es un trampolín resbaladizo donde una pisa con la seguridad de que la caminata hacia el borde va a ser motivo  para unas risas si  lo convierto en un  tik tok , amén del salto que me lleva fijo a una caída en plancha . 

Lo bueno es que al menos voy convencida de que hay que tirarse a la piscina y sumergirse hasta el fondo para que en el impulso a la superficie quede atrás todos los motivos que juntos me noquearon el pasado año . Va a costar Dios y ayuda encontrar a la mujer que siempre encuentra una excusa para sonreír , aunque sólo  sea para desorientar a todos  mis fans confundidos  , que se creen enemigos y no saben que  sólo concedo el título cuando  atacan  de frente y sin intermediarios .

Estoy aburrida del  rictus avinagrado que se me ha quedado maquillado en el rostro y de esconderme de la gente porque me cansan , pues para mí incredulidad llevo meses viendo a las personas sin máscara y ese don divino me desquicia , me roba la fe , me quita el sueño y hasta las ganas de comer ( que es de lo menos malo en los daños colaterales).

El detonante para esta conclusión de autoayuda es 

un   amigo que  llamó hoy  pidiendo mi auxilio y  mi mente espesa no encontraba  consejo , mientras mi cuerpo temblaba de puro miedo  y aquí me encuentro ahora  , tiritando de frío , con un bañador tres tallas más grande de lo que necesito (desde que la ansiedad me está esculpiendo como a una sílfide ) en el último escalón para acceder a la rampla y lo hago porque él necesita una mano fuerte y yo aspiro a superarme siempre  y esta que aprieta los dientes y está sudando en frío por el salto ,  es una ridícula caricatura de mi misma ,  que  avergüenza y entristece mi sentido consciente y me obliga a quitar el modo avión y sortear la tormenta con la batería a tope. ¿Quién dijo miedo?

~ Figueira




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