Se acercó más entrando alli donde reina el olvido y no existe la tragedia, ni la noche, ni la muerte. Allí donde crecen las cerezas, aunque bellas y hermosas de corta vida, es ese el corto tiempo de nuestro encuentro, fugaz y efímero. Cuesta no pensar que nunca ha existido, pero una ráfaga de dolor envuelve el alma y vuelvo una y otra vez a tus palabras.
¿Cuánto tiempo pasará antes de que me olvides y yo no logre recordarte?
El sol se hace el zángano esta tarde, se queda ahí, al borde de lo infinito, y observa cómo el mundo contiene la respiración un instante, para sobrecogerse de ese halo de luz brillante, mitad fuego, mitad agua, lo real y lo divino. ¿Pero? Las cerezas tienen corta vida. Se pierde el sol en la noche, para alumbrar a otras gentes y otras tierras. A la mañana siguiente vuelve ese mismo sol a brillar, pero tú ya no eres la misma que espera sumisa su partida. Eres tú, la que se va ahora a buscar un nuevo horizonte, donde puedes seguir la luna, pues el sol aunque hermoso es peligroso y quema, es casi ley de vida. A las cerezas se les acabó el tiempo, con sus frutos marchitos no son tan apetecibles, otras cerezas vendrán a ocupar su tiempo pues las cerezas tienen corta vida.
Paki Espiño, 2023
P. D. Todas esas personas que viajaban a otros países para aprovechar sus circunstancias, sin pensar en el futuro de las gentes que dejan atrás. Todos los niños del mundo tienen derecho a crecer libres respetando su inocencia.
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