martes, 18 de abril de 2023

MI HIJO

 Llegaste cuando el sol del mediodía calentaba con fuerza en la calle donde  tu abuelo desgastaba  las suelas de sus zapatos con sus constantes paseos, naciste tú completamente morado, un bebé rollizo de rostro angelical que se convirtió a los dos años en un niño despierto, hablador,  espontáneo  y colmó mi vida de un sentimiento de amor  profundo e incondicional. Los días pasaron deprisa con aquella increíble imaginación que avivaba a la mía y los años te convirtieron en un hombre intelectual, trabajador y buena persona. No se te hizo fácil nada. Seguramente no entendí que proteger tu infancia  era mi deber más sagrado y no tengo más excusa que la de mi propia educación, en la que se me enseñó a soportar cualquier abuso. Te forjaste duramente y, pese a todo, eres un hombre de noble corazón, un luchador nato, de una simpatía sin igual. Y yo sé que por muchos obstáculos que interfieran en tu camino siempre intervendrá a tu favor tu abuelo, que desde el cielo  vela por ti como aquel dieciocho de abril en el que te conoció y te amó los dos años que le quedaban de vida. ¡Feliz cumpleaños, mi hijo más amado! .

Mano Figueira





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