Hola amor ¡ufff!
Perdona si te sigo llamando amor , no es sólo la costumbre, es que mi corazón sigue negado a lo evidente , a tu marcha ¿o debería llamarla traición?
Nunca te vi como una persona cobarde , pero tampoco capté como tu amor iba diluyéndose poco a poco. Mientras yo hacía planes de futuro, tu esquivabas balas sin esfuerzo, y mientras yo le gritaba al mundo lo maravilloso que era vivir contigo, tú hacías de inquilino aprovechado , sin pagos domiciliados.
Me pregunto cuántas veces dormías a mi lado estando con ella o cuántos sabían de tu traición y te hacían de coartada.
Me pregunto si no os hubiese visto salir de la mano de aquel hotel, cuanto tiempo más seguirías la farsa .
Amor mío, cariño de todas:
Lo que me duele de veras es no poder arrancarte del corazón con la misma facilidad con la que tú pusiste tierra de por medio, tendría que odiarte, pero en cambio sólo puedo mortificarme pensando que quizás si te hubiese entregado más, si no pasase tantas horas en la oficina, si no, si no, si sí...
¡Qué se yo! No imaginaba mi vida sin ti y ahora la casa, el trabajo, la vida misma...todo se me cae encima y me ahoga.
No sé si llegaré a mandarte esta carta , quizás con suerte encuentre un resquicio de dignidad antes de poner tu nueva dirección al sobre o quizás la rompa yo misma al releerla .
Ni siquiera sé por qué pierdo mi tiempo escribiéndote, a lo mejor con suerte solo lo hago para vaciar este despecho en un folio en blanco. que nunca va a responderme pero sí a ayudarme a respirar hondo, secarme las lágrimas y quemar nuestra historia para comenzar otra.
Sola pero libre, sin ganas de comerme el mundo pero con agallas para aferrarme a él.
¡Adiós, amor!. ¡Que te vaya bonito!
¡Y a mí que lo que está por venir me valga lo dolido!.
Mano Figueira.
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