domingo, 25 de septiembre de 2022

LAS MANÍAS DEL REY PARANOICO

 No puedo imaginar una forma mejor de sumisión y vasallaje, algo que uno no pensaba ver en pleno siglo XXI, por más conservadores que sean los británicos.

Carlos III ya es rey de Inglaterra, como corresponde a una monarquía donde el cargo pasa de padres (en este caso madre) a hijos, como si el país entero fuera el anillo de la abuela o el reloj de bolsillo del bisabuelo.

En unos pocos días estamos comprobando cómo es el personaje. Todos hemos visto su cara al pedir que le quiten una bandeja de la mesa en la firma de proclamación y cómo se enfada por la pluma que pierde tinta.

Si miran un vídeo de YouTube que habla de sus manías, verán que es una persona a la que se le tiene que planchar cada día el pijama y los cordones de los zapatos, o que hay que ponerle incluso la pasta de dientes en el cepillo. Habrá también quien se la menee cuando le antoje. 

Un antiguo ayudante de cámara explica que en cierta ocasión le llamó para pedirle que le recogiera un papel que se le había caído al suelo, y que antes de un viaje envía a su destino la cama, las fotos de la mesita de noche, la tapa del inodoro y el papel higiénico de marca exclusiva. 

Todo ello serían anécdotas si luego fuera un rey amante de su pueblo, respetuoso con sus súbditos, buen gobernante y un ejemplo de honradez, pero que haya despedido a más de 100 personas (sueldos pagados por los súbditos) que le han servido durante años en su residencia no augura nada bueno.

Y, a pesar de todo, la guardia real proclamó que era “nuestro único señor feudal, legítimo y por derecho”. Falta sólo el derecho de pernada, que seguro a escondidas aún lo práctica. 

No puedo imaginar una forma mejor de sumisión y vasallaje, algo que uno no pensaba ver en pleno siglo XXI, por más conservadores que sean los británicos.

Aquí en España no crean que la realeza es más ejemplar, ya conocemos las andadas del campechano y allegados, lo que pasa que las manías aún no salieron a la luz. Las Sinvergüenzerías  están en todos los reinados. 

¡Dios salve al Rey! 

LINO SABORIDO




No hay comentarios:

Publicar un comentario