miércoles, 24 de agosto de 2022

DÍAS PERFECTOS E IMPERFECTOS. EL "KAIRÓS"

 


Dice Jacobo Bergarache en su novela que los griegos aspiraban solo al “kairós”, al momento perfecto. El cristianismo destruyó esa aspiración y nos prometió que disfrutaríamos todos los "kairós" juntos en la otra vida, si cumplíamos a rajatabla unos mandamientos que por algo venían enunciados en negativa.

La Ilustración nos devolvió la expectativa de una vida terrenal con menos sacrificio y más compensaciones y, hoy, muchas personas como el autor nos contentamos con un día perfecto de vez en cuando: el que empieza y acaba con momentos simples pero agradables.

En ese sentido, la adolescencia es mucho más exigente: una etapa de gloriosa euforia, de probar montones de cosas nuevas a un ritmo y con una avidez que nos hace invencibles -los últimos coletazos de una niñez con fortuna egocéntrica e irresponsable-.

¿Pero qué pasa cuando uno es incapaz de desprenderse de ese hedonismo, cuando la concatenación de dos días iguales le hace infeliz? Creo que no hace tantos años éramos más conscientes de lo que la vida nos ofrecía: días duros de trabajo, una cena divertida con amigos y un polvo especial de tanto en tanto.

 Aceptábamos que no todos los polvos son excepcionales, ni todas las comidas acaban en carcajadas, y que algunas jornadas son pesadas, pero que “es lo que hay”.

Hace unos años muchos cuarentones sabían que salir cada noche cansa, pocos iban a diario en skate, segway, patines, patines de tres ruedas, sobre hielo; pocos hacían “kite” todas las tardes de verano y/o volaban a una ciudad europea en cada puente, etc. 

Todavía no había hecho presa en los occidentales ese ansia que parece ir de la mano de una larguísima etapa vital llamada "adultescencia".

No sabría decir si se trata de inmadurez o si esos jóvenes-viejos tienen razón y, maldita sea, ¡”carpe diem”! Pero algo me hace pensar: Ojalá volviésemos a aburrirnos y a darnos permiso para notar el cansancio. Tal vez así conseguiríamos valorar de nuevo esos días perfectos.

'Kairós (en griego antiguo καιρός, kairós) es un concepto de la filosofía griega que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede'




Lino Saborido Rial

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