Hay días que no respiro
ahogando mis lágrimas en silencio,
miles de gaviotas surcan el Cielo,
buscando estrellas que ya no tengo.
Se transforma en noche la primavera,
con un surco de tristeza profunda,
quién te robó la vida en esta guerra,
ahora ya eres agua en la laguna.
El poder del que no puede
parar el curso de su destino,
sin tanques y sin soldados,
en los rincones de este camino.
En la tarde busca consuelo,
y sin querer siente nostalgia,
de sus caricias y sus besos,
de la dulzura de las mañanas.
Está en silencio la fría noche,
aunque a lo lejos siga la batalla,
yo acostada aquí en mi lecho,
Tú, sólo ante la muralla.
Paki
Espiño,2022
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