En aquella época en Alemania casi todo el mundo trabajaba a turno
continuado de ocho horas diarias, cosa que veo bien pues quedan dieciséis horas
restantes  que dan para mucho, por lo
tanto sobre las 15,00  ya estábamos de
regreso en casa y aprovechábamos dedicadas a las cosas del hogar y pasear un
poco para conocer la ciudad y alrededores.
 Lo primero que me llamó la
atención ha sido la educación y el orden en dicho país: cuando entrábamos a una
tienda los primeros días y no conocíamos el dinero, se lo poníamos en la palma
de la mano al dependiente y él escogía indicándonos lo que sobraba, lo mismo
ocurría al subir al tranvía con el conductor: tras haber cobrado, nos regalaban
una sonrisa y un “danke schaen” 
(gracias).
Nunca recuerdo que un encargado me chillara o hablara de malas maneras,
al contrario, cuando no entendía algo, intentaba explicarme muy despacio para
así comprender. Lo mismo ocurría con los compañeros, había gente de distintos
países y allí todos éramos como hermanos, auténtica camaradería entre todos
nosotros. En aquel verano estuvimos asfaltando las calles de un pueblo llamado
Reilingen y sobre medio día aparecían en la obra las amas de casa para
ofrecernos té y limonada o galletas, cosa que agradecíamos. Yo me preguntaba el
porqué de aquellas gentes, aquella forma de comportarse con los obreros, pues
no era solo en nuestra obra sino en otros pueblos también y, hablando con un
compañero polaco, me dijo que los alemanes se sentían muy dolidos por haber
perdido la guerra y esa era la forma de demostrarnos su afecto.
Recuerdo otro día de una gran nevada que me bajé del tranvía en la
parada equivocada y totalmente desorientado por la cantidad de nieve acumulada
en la calle, di dos o tres vueltas y no encontraba nuestra calle que era la
Sickingstrasse, total, que decido tomar un taxi en una parada y resulta que
estaba a unos trescientos metros, el taxista debió comprender mi situación y no
quiso cobrarme. Anécdotas como esta me han pasado otras veces a lo largo de mi
vida que iré relatando en capítulos siguientes.
  Miguel Alberto,2022
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