Ganas de nada .Eso es lo que tengo y no por egocentrismo, sino porque mi cuerpo envejece más rápido que mi alma y el muy canalla no me responde cuando debe o se le reclama.
Me pesa la vida ahora que no llevo mochila y las puestas de sol las vivo a través de mi ventana en lugar de hacerlo desde la playa.
Que puede que mi salud junto a mi estado anímico me esté bloqueando el paso , no digo que no , que quizás el golpe bajo del despido quebró en mi espíritu una base firme y ahora , en frío, tiemble mi fe en el resultado de la cosecha tras años de durísima siembra.
O puede que el empacho de «filloas y ourellas » sean el motivo de estar de madrugada ¡¡¡dándole vueltas a la sesera !!!
Mano Figueira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario