En el desconsuelo de tu llanto
hallé el camino de mi viaje,
no miré atrás del sufrimiento
para no encontrarme las heridas
sangre, lágrimas de fuego,
que hoy yacen dormidas
en el cofre del recuerdo.
Descubrí el refugio en mi lamento
donde el odio se transforma en perdón,
descubrí que cada amanecer es distinto
incluso desde el mismo balcón.
M. Dolores
Ríal, 2022
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