Creo que cuando una acepta la soledad termina apareciendo alguien que consigue resurgir tu
fe para lograr que te duela todo .
De tal manera que, cuando cuestionas tu estado, no encuentras el camino de vuelta... ¡Era
preferible ese retorno a sentir el vacío tan grande por dentro!.
El amor que entregas nunca será
recíproco en igual proporción.
Y poco a poco tus alas tenderán a menguar.
Tus costumbres cambiarán y el círculo te irá cercando hasta asfixiar tu personalidad y
aprisionar tu carácter.
Creo que cuando una añora la soledad, con esa libertad que proporciona ser dueña de tu vida y
de tu tiempo, en lugar de sentirte atrapada en deberes y obligaciones que no conllevan una
legalidad plasmada en un papel , empiezas a cuestionarte seriamente tu valía y esa es la
mismísima intersección, el punto exacto del límite entre el corazón y la razón.
Ahí cuesta lo mismo avanzar que huir. Es tu decisión.
Mano Figueira.
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