Cuando yo muera , no quiero ni llantos ni penas.
Quiero una gran verbena, tanto como a Rianxeira .
Que rían, bailen y celebren la vida l@s que me conocieron y saben que lo dejo todo finiquitado.
He llorado mares y he sido feliz a raudales. Fui derrumbada y reconstruida cien veces.
Me odiaron a muerte y me amarán más allá de ella.
Cuando muera, recuerda siempre mi versión más sarcástica, mi punto débil y el más fuerte que ha sido siempre ir de frente.
Así que el día que me toque marchar sin mirar atrás, llena una copa de buen vino y brinda por una mujer que para mal o para bien...nunca pasó desapercibida.
Mano Figueira
No hay comentarios:
Publicar un comentario