Te escribo, hijo mío, desde un lugar sin retorno y te preguntarás: “¡pero madre!, ¡si casi
no sabias ni firmar tu nombre!”.
“Así es la suerte de estar en este mundo de paz,
aquí escribimos, cantamos, perdonamos y hoy tú me has llevado al llanto más
grande que mi pecho pueda aguantar, de ahí mi carta para ti, mi niño pequeño y
bonito!, ya eres un hombre, ya tienes hij@s!
y como madre me dueles, como persona me das pena y como hijo me lastimas y ya
no sé cómo ayudarte. ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿naciste cobarde o te volviste
cómodo? ¿falló mi educación ? ¿te mimé o consentí demasiado? No sé, ahora no
podemos volver al pasado y yo ¡tan lejos! no puedo abrazarte y arrancarte tanto
dolor y tanta rabia que llevas dentro. Si pudiese morirme de nuevo, lo estaría
ya, porque me matas con tu actitud. ¡Busca ayuda!, la tuviste al alcance de la
mano siempre, pero tu orgullo no te deja, ¡mas este no te da de comer!. Tienes
hij@s y
vives mirándote el ombligo en vez de ponerte al frente y luchar tus guerras.
El atajo que quisiste coger sólo te lleva a un
túnel oscuro, frío y sin salida. Cerré los ojos pensando en vosotr@s. Hasta el último aliento siempre fui
madre y te ruego hijo mío que cojas el rol de padre y ganes el derecho de
merecer ese título, que dejes esos caminos tortuosos y te hagas dueño de tu
vida para mirar por l@s tuy@s,
que nunca estuviste ni estarás solo, que de donde estás ahora, se sale, se
avanza, se gana el pulso a la muerte cuando entiendes la gracia de estar vivo.
¡Levántate del suelo!, ¡sal de ese pozo!, ¡vive
como hombre de bien y deja de hacerme llorar!. ¡Que lo próximo que escriba es
lo feliz que me hace mirar hacia abajo y verte brillar luchando por tus niñ@s!,
¡que tú ya eres un hombre!, ¡es tu deber!, ¡tu obligación y mi consejo!.
¡El tiempo vuela!, ¡ya perdiste mucho!, ¡cúrate!, ¡déjate
ayudar y hazme reír de nuevo!. Cuando estés bien, lanza un guiño al Cielo,
desde aquí yo te protejo pero tú tienes que quererte primero. ¡La vida es
hermosa!, ¡no la desperdicies más!, ¡nos encontraremos cuando sea tu hora!, la
que designe Dios, porque si la programas tú, no podré alcanzarte y eso me
desconsuela. ¡Soy madre, orgullosa de ti, sé padre y que lo hagan en ti. Un
biquiño meu miniño!!!
Mano
Figueira,2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario