DICEN POR AHÍ

Que “nunca choveu que non escampara”.

Que nos portos de mar a xente e o ambiente é máis claro.

Que es más peligroso el pulpo de tierra que el  de mar.

Que el sentido común brilla por su ausencia.

Que las industrias farmacéuticas se venden al mejor postor, como en un mercado persa, pasando por encima todo lo estipulado y bien atado con anterioridad.

Que la clase política (la mayoría) sólo se preocupa por su asiento y su indecente sueldo.

Que el personal sanitario (NO los administrativos) está trabajando durísimo, sin apenas reconocimiento.

Que muchos aprovechan para enriquecerse a costa del sufrimiento de los demás.

Que nos quieren hacer ver que todo va bien, cuando todo va mal.

Que la mentira se apoderó de manera inconmensurable de todo y todos.

Que muchos gobernantes están ahí para solucionar su vida y la de los suyos. No sirven, son servidos.

Que los problemas los solventamos el pueblo, que, por naturaleza (salvo algún estúpido) es solidario.

Que no podemos permitirnos el lujo de vivir con miedo, eso es fácil.

Que lo que realmente importa es levantarse, las veces que sea, tras las constantes caídas.

Que la resignación no es una opción.

Que la resiliencia es un asa, que nos permitirá alzarnos cuando llegue el momento.

Que la juventud con interés lo tiene crudo, pero cambiará el mundo para bien.

Que los héroes de verdad, los vemos todos los días: sanitarios, trabajadores de los supermercados, mensajeros, barrenderos, cuidadores de dependientes, gente que trabaja en las fábricas y no llevan un ipod para sentarse sobre un sillón de cuero y hablar de forma altisonante, emitiendo mensajes vacuos e incluso necios, transportistas que llegan a su destino derrotados para que los demás podamos comer, profesores, que sin mampara atienden hasta treinta alumnos sin desbordarse, llevando a cuestas , cada cual su “impedimenta”

Que algunos quieren convertirnos en lobos para los demás.

Que existen quienes no se han querido enterar del cambio climático.

Que cada día crecen los contagios y las defunciones.

Que nos necesitamos.

Que la sonrisa se ha convertido en excepción.

Que todavía hay muchos que rigen a los demás por “cuanto tienes, tanto vales”.

Que la trampa y el trapicheo son lo más normal del mundo.

Que la desazón, la desilusión y el agotamiento son cosa de los tontos que trabajan.

Que algunos seres humanos todavía tienen valores.

Que lo único que crece son las colas del hambre.

Que la mayor parte de “nuestros” líderes se caracterizan por su ineptitud.

Que si cada uno hiciera estrictamente lo que le corresponde, podríamos respirar mejor.

Que la verdad sin tapujos es una quimera.

Que la mejor especialización es la vacuidad, aderezada con la nada.

Que no estamos dormidos, sólo rodeados de incompetentes y mediocres que no nos dejan mover.

Eso dicen… por ahí

https://www.youtube.com/watch?v=YkgkThdzX-8&list=RDYkgkThdzX-8&start_radio=1&t=30

Ana Rivas