Cuando nos conocimos yo solo era una criatura suspendida en el aire, frágil, vulnerable, sin visión del mundo ni perspectivas de futuro. Tú en cambio eras el listo, el culto, el vivido, tenías sueños y metas muy diversas. En cambio, ahora te muestras ante mi como un suflé desinflado, con los sueños sin cumplir y como única meta que pasen los días.
¿tanto hemos cambiado? ¿tanto he cambiado? Tu sigues bajo el mismo árbol, comido por su sombra, lleno de tiempo, pero sin tiempo para cambiar tu destino.
Te miro y no veo nada de aquel hombre que conocí o creí conocer, solo eres un poema a medias, con renglones innecesarios y palabras incoherentes.
Caminaste al borde de la vida
entre niños de la escuela estás perdido
ya no queda tiempo para levantarse
solo somos viajeros sin camino,
errantes de un destino incierto
van dos almas cogidas de la mano
caminando por distintos senderos
ahora son uno más de tantos extraños,
el mañana se distorsiona en las pupilas
de esos ojos que no miran con amor
cuando al alba se quiebra la noche
ya no quedan más jardines en flor.
Paki Espiño,2024.
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