Esas
palabras llenas de emoción quedan prendidas en el viento sin destino.
Esas lágrimas que nunca se derramaron.
La espuma blanca golpea sin piedad las rocas,
ellas imperturbables se mantienen ahí sin ceder un ápice de su espacio,
impasibles ante su furia.
El mar se rebela contra el mundo entero, harto de
ser abandonado a su suerte, harto de ir y venir a la arena y en continuo
movimiento. ¿acaso no tengo derecho a descansar? ¿acaso tengo que mantenerme
fuerte no por siempre?
Tengo ganas de perderme en un inmenso letargo y
volver a mis orígenes.
Pero la vida no nos permite descuidarse, pues
cuando no nadas te arrastra la corriente.
Entonces llora el mar y se estremece, mojando esas
rocas insensibles a su dolor.
Inmóvil frente a ti te digo, si tú puedes, yo
puedo, si tú luchas, yo sigo en la lucha y al final cuando la muerte nos
busque, sólo encuentre un cuerpo inerte, sin alma, pues nuestra alma quedará
impregnada en el alma de las personas que nos amaron.
Paki
Espiño,2022
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