sábado, 25 de diciembre de 2021

LA SACARINA

 

Vale. Estamos preparando todo el royo de las comidas y cenas navideñas ,que no falte de nada y mucho menos la sacarina para ese café o la infusión digestiva, después de zamparnos un primero completito y  a la madre pavo con su guarnición de segundo plato, con todos los entrantes y rematado con postres navideños y bajarlo todo con un par de polvorones y su copita de champán . Siempre guardando sitio para la comida de unas horas después, que parece que estamos preparándonos para meternos en la cueva a invernar.

Después, en enero nos pesamos( pasado el roscón de reyes, claro) y nos inclinaremos a ver bien los números de la báscula porque es imposible ( pensamos) que, revolviendo con la sacarina, la traidora báscula cante cinco kilos sin dolor.

Empieza entonces la vida sana, apuntarse al gimnasio, porque no cierran los pantalones ni con la ayuda de los que visten a los toreros , las caminatas y pasar de las comidas copiosas, para meternos al puré y al yogurt soso y frío cuando el cuerpo pide un chocolate con churros. .

Todos estos propósitos van decayendo a medida que nos acercamos al carnaval y están las filloas y las orejas tentando para convencernos con un « malo será».

Al final l@s más constantes llegan a noviembre sin los cinco kilos para agarrarse a las comidas navideñas con ganas y volver a empezar el ciclo, pero con sacarina !!! Mano Figueira.

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